DAVID ALFREDO

DAVID ALFREDO

Del fruto de mi sublime amor con Doris Nayibe, a quien con cariño llamo "mi tukyta" y a quien para enamorarla, tuve que vencer en carrera con obstáculos a un enorme bus; en un pasillo de una clínica que el nombre lleva de la región de mi niñez: Chicamocha; esperaba el nacimiento de nuestro segundo hijo.

Sabíamos que  era un niño, no que sería un ángel.

El parto extrañamente demoraba demasiado. No me daban información. Me sorprendió una enfermera al preguntarme: "tienen ustedes más niños?". Comencé a inquietarme. Más incertidumbre se me generó  cuando me dijeron que los doctores querían hablar conmigo.
Ingresé y debieron decirme: felicitaciones! Eres un feliz padre de amor.

Pero no. Me dijeron que mi niño era Down, que mi vida cambiaría,  que giraría  alrededor de las clínicas y que el bebé necesitaría cuidados especiales. Cuál bebe no requiere cuidados especiales?

Cuál persona no demanda cuidados especiales? Ahora David Alfredo cada vez nos sorprende más con su audaz inteligencia y memoria; cada vez nos enamora más con su santo amor;  cada vez nos ilusiona más con su compañía duradera e incondicional; y cubre con desbordada ternura y amor nuestra existencia.
 
Ahora vamos más a las clínicas los presuntamente más sanos. Mientras tanto David va a Miami, a Orlando, a Colombia rural y Urbana, a la montaña y a donde quiera que haya empanadas.

Esperamos que podamos disfrutar de su impecable amor por muchos años; que sea autónomo en el cuidado de su cuerpo; y que nos ayude a recoger la producción avícola a gran escala de 30 gallinas. Con cariño y respeto sugiero a los médicos que cuando vayan a entregar un angelito, hablen como ángeles: "entregamos un niño especial, como premio de Dios a una familia especial". Ahora, no imaginamos la vida sin quien llame "maire" a su mamá, y "paire" a su papá, y "ataio" a su Hermanita Paula: ese es David alias "pinet". Amorosamente, Paula, Doris Nayibe & José Alfredo.