DANIELA

DANIELA

Todos los días agradecemos a Dios por habernos regalado dos maravillosas hijas: Laura de 14 y Daniela de 8 años. Son el motor de nuestras vidas y el motivo por el cual nos esforzamos cada día por darles todo el amor de padres y formarlas integralmente para la vida que cada una deberá enfrentar a su debido tiempo y de acuerdo con sus condiciones. Y decimos esto, porque cada una tiene unas condiciones particulares: Laura es una niña soñadora, amorosa, le encanta leer, excelente estudiante, un tanto rebelde, analítica y perfeccionista. Daniela es una niña más práctica, descomplicada, un poco terca a veces, con una memoria sorprendente y aunque no es muy buena para el lenguaje y las matemáticas, le encanta la música, el canto, el baile y es extremadamente amorosa y sociable. Cada una tiene su propia personalidad, habilidades y capacidades, que estamos seguros que con la ayuda de Dios y de nosotros como familia, lograrán desarrollar, para cumplir sus proyectos de vida y ser útiles a nuestra sociedad.

Bueno…..se nos olvidaba decirles un pequeño detalle sobre Daniela: Nació con Síndrome de Down. Y la verdad, es algo que desde que nació, pasó a un segundo plano, pues estuvo muy grave al nacer, ya que su intestino no logró formarse completamente en la gestación y nació con "Ano Imperforado"; Tuvo que ser intervenida inmediatamente y estuvo en cuidados intensivos con una "Sepsis" tan grave que casi muere, pero gracias a Dios se recuperó y al mes de nacida, ya estábamos en casa, manejándole su colostomía en lo cual nos volvimos unos "expertos", hasta el décimo mes que le realizaron la última cirugía(fueron cuatro en total).

Tenemos que confesar que su salud era lo que más nos preocupaba, pero también éramos conscientes que debía iniciar cuanto antes sus terapias, por lo que Daniela empezó a asistir a terapia física, ocupacional y del lenguaje a partir de su segundo mes de vida y prácticamente las ha tenido todo el tiempo con algunas pequeñas interrupciones, por sus cirugías o por cambio de ciudad o de institución.

Después de las cirugías todo fue muchísimo más fácil, pues ya sin la preocupación sobre su salud, tratamos de que Daniela llevara una vida normal, igual que su hermana, brindándole mucho amor,  y dedicación pero también exigiéndole cuando tocaba y así ha sido hasta ahora. Daniela logró voltearse sola, sentarse, gatear, caminar, hablar y a sus dos años empezó su vida escolar en un jardín regular con niños “tradicionales”.  Actualmente cursa segundo de primaria en uno de los pocos colegios que manejan la inclusión en Bucaramanga.

Daniela es una niña como todas las demás niñas de su edad, ríe, llora, juega, expresa sus deseos y sentimientos y aprende todo lo que se le enseña, sólo que con un poco más de apoyo, dedicación y constancia. Es así que nosotros como padres, y toda la familia cumplimos un papel fundamental en el desarrollo de los niños con Síndrome de Down, pues si les brindamos todo el amor, la dedicación y los apoyos terapéuticos que requieren, lograrán ser "funcionales", desarrollar todas sus habilidades, estudiar, trabajar, sentirse útiles en la sociedad y tener una vida plena y feliz.

Pero sí debemos decir en lo que nuestra Daniela es muy diferente: En su capacidad de dar Amor por montones de una manera totalmente incondicional, en su manera simple de ver la vida y de disfrutar al máximo las pequeñas cosas, en su alegría contagiosa capaz de convertir como por arte de magia el momento más triste o aburrido en una explosión de risas y carcajadas, y en la habilidad indescriptible que tiene para lograr unirnos alrededor de ella, olvidando cualquier diferencia que hayamos podido tener. Por todo esto estamos seguros que Dios nos bendijo en gran manera al enviar a nuestra familia a un ser tan maravilloso como lo es nuestra Daniela…...no en vano en nuestra familia nos decimos con frecuencia "Oye todas las personas en este mundo deberíamos haber nacido con Síndrome de Down".
 
YADIRA Y CARLOS  Padres de Daniela.